Ura
CUADERNO DE CAMPO BASOKOLORE OTOÑO 2020
01-09 Canta el colirrojo. Tejón por debajo de la vieja higuera.
02-09 Luna llena. El Tejón se ha comido todos los higos.
04-09 Gavilán a las 12 del mediodía posado en una estaca de la alambrada.
05-09 Letrina fresca junto a la higuera.
07-09 Sigue viniendo el tejón a la higuera.
21-09 Los colirrojos cantan como en primavera.
Muchos petirrojos, cantan a invierno.
Carboneros también empiezan a cantar a invierno. Aún queda algún avión.
24-25-26 Llueve con alegría. Ardilla. Canta un sapo partero por las noches.
27-09 Una golondrina. Cárabos como locos, machos ululando y hembras miagando. Aún canta algún grillo de matorral.
29-09 Veranillo de San Miguel.
30-09 Calor. Pase de colirrojos, papamoscas, petirrojos. Insecto palo.
Papamoscas cerrojillo
1-2-3 Octubre. Mucha lluvia. Luna llena. Dos corzos en el corredor ecológico. Siguen cantando los cárabos como locos.
11-10 Llueve mucho.
12-10 Primer milano real. Pasan ánsares. Aún hay dos golondrinas por ahí rondando. Muchos hongos. Pase de mosquiteros.
27-10 Frío, hace bueno por la tarde. Cantan los grillos. Níscalos.
28-10 Txirtas. Canta el ruiseñor bastardo.
30-10 Hace muy bueno. Pase de torcaces.
2-11 Sigue haciendo muy bueno. Por la tarde viento de galerna y llueve.
03-11 Muchas txontas.
Ratonero posado en el compost. Llueve.
29-11 Gavilán pasa a ras de suelo desde una estaca en la que estaba posado.
Tarabilla
30-11 Garceta. Pluma de garza en la campa.
01-12 Siete milanos reales.
10-12 Un erizo cerca de los buzones, parece que ha venido a comerse los caracoles desbrozados.
11-12 Llueve bastante.
Como agua de septiembre. El FAUNO de MAIORGA, Xabi Ramos, basoKOlore septiembre 2020
La tierra agrietada y la cabeza agradecieron las primeras lluvias copiosas de septiembre, donde unos encuadres aguardaban impacientes este momento oportuno tras los eternos meses de sequía.
Según nos íbamos acercando la cascada era un hilillo que no parecía responder al agua caída y no auguraba lo que nos íbamos a encontrar. Aun así, decidimos seguir adelante, había buena luz y se mantenía la mañana pese a las malas previsiones. Colocados en el encuadre previsto el agua que salía de las entrañas de la tierra empezó a subir de nivel y cubrir todas las rocas como si alguien hubiera abierto expresamente un grifo. El resultado, esta cola de caballo, que nada tiene que envidiar a la de Ordesa.
Sacar la foto y se levantó un vendaval que derribaba árboles a su paso y que nos obligó a recoger a toda prisa y poner pies en polvorosa.
El agua de la cascada se precipitaba ahora al vacío en todo su esplendor.
El agua de la lluvia que disuelve la roca caliza en mil formas diferentes, dolinas, lapiaces, marmitas de gigante y que definen de un modo tan característico este paisaje calizo, se filtra por las entrañas y profundidades de la tierra para reaparecer horas después al exterior como un tsunami subterráneo pacífico, progresivo y hermoso.
El árbol de la vida: Visitantes nocturnos a la vieja higuera; basoKOlore agosto/septiembre 2020
Año tras año, siempre por las mismas fechas, movidos por una especie de calendario gastronómico, un variopinto elenco de visitantes nocturnos: tejón, jabalí, gineta… recuerdan que tienen que visitar de nuevo la vieja higuera, rebuscar y olfatear entre la hierba a sus pies o trepar incluso a su copa, en busca del delicioso y energético maná que ofrece a cambio de diseminar lejos sus semillas.