La tierra agrietada y la cabeza agradecieron las primeras lluvias copiosas de septiembre, donde unos encuadres aguardaban impacientes este momento oportuno tras los eternos meses de sequía.
Según nos íbamos acercando la cascada era un hilillo que no parecía responder al agua caída y no auguraba lo que nos íbamos a encontrar. Aun así, decidimos seguir [...]